Dos semanas en Sevilla

 

DOS SEMANAS EN SEVILLA

 

SEMANA SANTA

I

Sevilla de costaleros

procesiones y pasión,

con Vírgenes bajo palio

bailando marchas de Dios.

Pasos por calles estrechas,

hay candelas y emoción,

penitentes con sus cruces

nazarenos con cordón,

pies descalzos en la calle:

promesas hechas a Dios.

Cruz de Guía por delante

¡Empieza la procesión!

 

II

 

El Cristo pasa primero

sobre peana tallá,

faldones de terciopelo

costaleros de Hermandad.

Detrás ya viene la Virgen

Dolorosa engalaná,

¡Que no se empañen los ojos

Que MI Virgen va a pasar ¡

Doce varales se mecen

la gloria se acerca ya;

hay hachones y faroles

de plata bien trabajá,

manto nuevo bien bordado

y un llamador ‘’pa’’ avisar.

Una voz rompe la noche:

¡¡ AL CIELO CON ELLA YA ¡¡

 

III

 

Es el viernes por la tarde

Montserrat que sale ya

una mujer en lo alto

de pronto rompe a cantar.

Hay un nudo en mi garganta

y en mis ojos, humedad

Mi nieto viene entre ellos,

La música suena ya.

—¡Veis como no me es posible

tanta belleza contar!

 

 

 

 

IV

 

Emociones a raudales,

lágrimas a rebosar,

más de sesenta hermandades

Nazarenos, miles van.

El cielo bajó a la tierra,

todo eso…,  y mucho más

 

 

FERIA DE ABRIL

 

 

Es martes por la mañana,

el albero brilla ya,

los farolillos colgados

y las calles ‘preparás’;

las casetas ya están listas,

¡qué empiece la fiesta ya!

Cada silla está en su sitio

y el vino puesto a enfriar;

ellas ya lucen sus trajes

como diosas al compás:

pendientes, broches, collares

y  una flor `pa’ rematar;

borrachera de colores

y sonidos sin igual.

Ellos vienen de corbata

y un clavel en el ojal,

y se acercan a la barra

saludando sin parar.

Los primeros de la Feria,

¡Díos mío, otro año más¡

 

II

 

Pronto llegan los caballos

presumiendo con su ajuar,

con cascabeles y borlas,

campanillas de metal,

y pasean arrogantes

con amazonas detrás.

Carruajes de grandeza,

sangre noble en la ciudad;

esas familias de siempre

son el centro del real.

Esos cocheros de antaño

con su fusta prepará,

con lacayos a su vera

y el sombrero ritual.

Color, tradición y arte:

el alma de la ciudad.

 

III

 

Es la hora de las risas,

de los bailes, de brindar,

de charlar con los amigos,

de negocios por detrás,

de pasarse con el vino,

de no dormir, de soñar

de presumir de caseta

y de volver a invitar;

de juntarte con los tuyos

solo para disfrutar;

de romances sin futuro,

comidas de sociedad,

sevillanas a tu estilo

en barullo o en soledad.

Ese amigo que se arranca

y que se pone a cantar;

esa madre con su hija:

¡nacieron para bailar!,

y cuando cruzan los pasos,

castañuelas al compás,

el tiempo se ha detenido

para que puedas gozar.

Esa noche que se acaba

con buñuelos, sin hablar.

Ya no te quedan reservas,

el año que viene… más

 

SEVILLA TIENE SU FERIA

EL MUNDO PUEDE PARAR

 

 

Jose Manuel Sánchez Chapela

2016.