Desde mi trinchera

Día 5

30.04.2020

Llega el calor y aquí seguimos encerrados. Ahora nos dan las órdenes por televisión y solo vemos el mundo a través de los ojos de las cámaras de televisión. He recordado algo que leí en una ocasión acerca de cómo perciben el mundo los peces en una pecera (quizás fuera Cortázar en Rayuela, o quizás otro). ¿No nos está pasando algo parecido a nosotros? Encerrados en la pecera vamos viendo lo que desde el otro lado del cristal quieren ponernos. El mundo es un decorado, un plató de televisión. De todos modos a los peces no les importa mucho: dicen que tan solo tienen 3 segundos de memoria; pero y nosotros, ¿qué sabemos nosotros hoy?

- No sabemos ni cuántos muertos ha provocado en nuestro país el coronavirus. Desde luego cualquier cifra superior a la que oficialmente da el gobierno día tras día. De hecho admiten que ahí no están incluidos los muertos en las residencias o en su casa. O quizás algunos sí, o no. No sabemos.

-No sabemos ni aproximadamente cuántos contagiados ha habido. Sabemos que la cifra oficial tampoco es referencia de nada. Nos dicen que puede ser una cifra entre 2 y 10 veces superior a la que nos están dando. O quizás más, o menos. 

- No sabemos cuántos han pasado el virus sin enterarse. Pueden ser muchos, pueden ser pocos, puedo ser yo, puedes ser tú… Porque no hay test, ni manera de obtenerlos si estás en la pecera. 

- No sabemos cuándo podremos ir donde nos de la gana sin miedo a que nos pare la guardia civil como si fuéramos contrabandistas. (las penas probablemente sean superiores a si mercadeas con tabaco de contrabando).

- No sabemos si la economía aguantará tanto bloqueo y tanta limitación. Unos dicen que sí, que ‘’alguien’’ lo pagará todo, y otros dicen que no, que se hundirán sectores vitales para España como el turismo y que será el caos. 

- No sabemos si habrá rebrotes y si cuando lleguen estaremos preparados o nos pillará cantando el gol del Betis o de manifestación multitudinaria por la Castellana tarareando eslogans políticos. 

- No sabemos cuándo podremos ver a nuestros hijos y nietos sin ser un peligro para ellos o ellos para nosotros.   

- No sabemos ya ni quiénes son nuestros amigos, después de haber escuchado cosas que te helaron la sangre. 

Solo sabemos que estamos encerrados y que nos manipulan con la información, del mismo modo que al pez le engañan poniéndole piedrecitas y algas en la pecera, para que crea que está en el mar.  

Solo sabemos que los que nos dirigen saben menos aún que nosotros; o si lo saben, nos lo dicen de tal manera que no lo entendemos. 

Solo sabemos que nos han metido el miedo en el cuerpo, y que por ese miedo estamos dispuestos a perder espacios de libertad que han costado siglos y mucho sufrimiento conseguir.

Solo sabemos que no volveremos a lo de antes, que volveremos a lo que los gobernantes llaman ‘’Nueva Normalidad’’, que tampoco sabemos lo que es.

Solo sabemos que hay un extraño run run en el ambiente, como si el oxígeno del agua de la pecera se estuviera deteriorando. Un run run que hace que ya no nos guste salir a aplaudir a las 8, que realmente lo que queremos es chillar, pero dentro del agua tampoco se puede gritar. 

Solo sabemos que hemos pasado de ser el caprichito de la creación a ser unos pececillos asustadizos metidos en una pecera esperando que nos echen miguitas y nos cuenten algo. 

Los animales encerrados de ‘’Rebelión en la granja’’ se rebelaron y destronaron a los humanos, pero solo para sufrir una tiranía de rango superior. Orwell, que era un visionario y un pesimista, no llegó a imaginar el mundo dentro de una pecera.

Lo científicos vencerán al virus biológico, seguro, pero el otro, el psicológico, será mucho más difícil de destruir. La confianza en nosotros mismos, las ansias de libertad, los derechos individuales, la libertad de opinión, la democracia… esperemos que no queden definitivamente atrapados en el fondo de la pecera.

Día 5 

Desde mi trinchera.